El 3 de Mayo del 2014 no fue una fecha más para el fútbol salteño porque el estadio Martearena fue testigo de un partido entre los dos equipos más grandes de Salta se jugaban por mantener la categoría ante un colmado estadio.
Los Santos no solo ganaron el superclasico salteño antes el Cuervo sino que mandaron a su archirrival al descenso tras ganar en la definición por penales por 5 a 3, luego de igualar sin goles durante los 90 minutos
Juventud logró mantener la categoría esa tarde tras imponerse en los penales con un Mariano Maino que se transformó en Leyenda y pasar de ser el idolo del Cuervo en su propia pesadilla.
Mariano Maino fue la gran figura del clásico y el gran responsable de la permanencia de Juventud. El ex arquero cuervo tuvo dos tapadas tremendas (ante Altamirano y Guerra) durante el cotejo y se quedó con el cuarto remate de los penales, que ejecutó Martín Aguirre.
También hubo jugadas polémicas, y todas en el arco del santo: Maino sacó un remate sobre la línea dejando la sensación de que la había sacado de adentro del arco y luego, sobre el final del tiempo suplementario, Central reclamó dos supuestos penales que el árbitro Carlos Boxler no convalidó.
Juventud, por su parte, festejó la permanencia y está bien que así sea porque jugó con mucvhos jugadores de menos tras haberse lesionado y ser sancionado antes de este gran partido. El Antoniano festejó a lo grande porque enfrente tuvo al rival de toda la vida y tiene un sabor especial e historico al derrotarlo y enviarlo al descenso.
Sin dudas fue un partido histórico que se jugó en un estadio repleto de emociones pero solo pudo festejar uno solo y el otro llorar. Ojalá no se repita que ambos jueguen por mantener la categoría y si porque los dos clubes populares salteños peleen un ascenso o un titulo en otra categoría.
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