
Por tercera vez en la historia, la Selección Argentina de Basquet jugará una final por la Copa del Mundo. La ganó en Buenos Aires 1950, se la quitaron en Indianápolis 2002 e irá a buscarla este domingo, desde las 9, frente a España. El conjunto de Sergio Hernández superó 80-66 a Francia en las semifinales de la Copa del Mundo. Luis Scola, el capitán del seleccionado, fue el goleador del equipo con 28 puntos y 13 rebotes.

«¡Esta es la banda de la Argentina // que está bailando, de la cabeza // se mueve para acá, se mueve para allá, está es la banda más loca que hay», cantan los jugadores, en ronda, en el medio de la cancha. A un costado, Scola y Manu Ginóbili se dan un conmovedor abrazo.
«Realmente es una muy buena victoria. Aseguramos la medalla. Es difícil de superar esto, pero tenemos chances», destacó Luifa, aún sacudido por la emoción, antes las cámaras de TyC Sports. Sobre el partido decisivo, resumió: «Para la final uno puede pronosticar cosas, después se pueden dar o no. Alguna gente pensó que exageraba cuando decía que este grupo está para grandes cosas, y acá estamos, en otra final».
El conductor de este equipo tremendo, Sergio Hernández, valoró lo realizado y se emocionó por la repercusión que tiene la tarea de la Argentina en el parquet. «Sé que hoy era un día especial, que la gente se había enganchado muchísimo. Me dijeron que había escuelas en la Argentina que iban a ver el partido, y eso también es educación. Mucha gente que hace todo lo que puede para seguirnos aún en horario laboral. Superfelices por nosotros y por todos. Nosotros tenemos un país maravilloso, un poco enquilombado, pero siempre que tengamos una felicidad como ésta, bienvenido sea».
El Oveja contó qué fue lo que le dijo Ginóbili: «Recién me fui a saludar con Manu, a darme un abrazo, que estaba exultante. Me dijo: ´No sé qué pasó acá, pero es espectacular, maravilloso».
Hernández también se tomó el tiempo suficiente para explicar la victoria: «Este equipo no solamente gana, sino que además juega bien. Hoy no le dimos chances a Francia». Y aventuró: «Con todo el respeto por todos los demás, éste es el mejor equipo que dirigí en mi vida, somos valientes, cumplimos a rajatabla todo lo planificado, trabajamos para parar a los mejores del rival. Es muy del argentino subestimar, pero acá con huevos te vas en la primera ronda. Acá lo que conseguimos se da porque trabajamos mucho y porque además jugamos bien. Es la muestra de lo que somos. Y ojalá lo seamos cuando nos toque ir atrás, no solo cuando vamos por una final. Que el juego se respete más allá del resultado.
El entrenador cerró diciendo: «Ahora nos vamos a descansar y mañana comenzaremos a preparar la final del mundo. Y si es posible ganarla».
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